Margarita Fernández Mier, profesora de Historia Medieval de la Universidad de León, e investigadora principal del proyecto de investigación ‘La formación del paisaje del Noroeste Peninsular’, ha sacado a la luz, junto a los miembros del proyecto en el que participan cuatro estudiantes de la ULE, el primer poblado neolítico de Asturias.
Las distintas intervenciones arqueológicas que se están llevando a cabo en la aldea de Vigaña (Belmonte de Miranda) en el marco de este proyecto de investigación, están aportando informaciones de relevancia. Entre los resultados de este proyecto, destaca la localización en varios puntos de la aldea de Vigaña de “evidencias de ocupación de época prehistórica, con dataciones radiocarbónicas que muestran la frecuentación desde el Neolítico de este espacio de montaña. Mientras en el área de La Sienra se identificó un nivel de cultivo del III milenio a.C., en las zonas de L’Hortal y en Las Corvas se detectaron evidencias constructivas de estructuras domésticas del IV milenio a.C”, explica Margarita Fernández Mier.
(Margarita Fernández Mier)
Además, el conocimiento de las formas de vida de las poblaciones prehistóricas de este valle sigue aumentando con la excavación, actualmente en curso, del poblado castreño de la Edad del Hierro de El Castru, donde parte del equipo en el que participan voluntarios de la Universidad de León y de otras universidades españolas, trabajan esta campaña bajo la supervisión de David González Álvarez de la Universidad Complutense de Madrid.
(Margarita F. Mier, a la dcha., con los alumnos de un master en el Castillo de Cea)
Actualmente los trabajos en esta zona, coordinados por Pablo López Gómez (Universidad de Oviedo), se centran en comprender la evolución constructiva de la Iglesia y la posible existencia de evidencias de hábitat previas a la misma.
Además, la realización de sondeos exploratorios en diversos puntos del terrazgo de Vigaña, así como de las brañas que se sitúan sobre esta localidad, ofrecen informaciones materiales sobre el proceso de formación del paisaje agrario. “Por ejemplo, se han documentado campos de cultivo del siglo VIII d.C. o se han identificado los procesos de roturación y ampliación de las áreas agrícolas en época moderna y contemporánea tras la introducción de cultivos americanos como el maíz o la patata”, señala Mier al tiempo que explica que en esta campaña también se ha ha iniciado la intervención arqueológica en las inmediaciones de la capilla de Linares, situada entre los pueblos de Castañera y Vigaña, trabajos coordinados por el arqueólogo Cesar Martínez Gallardo y “que está comenzando a arrojar información que parece remitir a época medieval, datos que esperamos poder confirmar en las próximas semanas”.